Vivir con poco

El día que decidió echarse a la calle a pedir, perdió parte de su dignidad. Tiempo atrás no tenía problemas, sobrevivía como la mayoría de la gente de su entorno, había para todos, incluso para una pobre viuda sin hijos. Las cosas cambiaron de repente, como si alguien hubiera abierto la puerta a la desgracia, y ya se sabe que las desgracias siempre vienen juntas. Hoy atesora en sus bolsas de plástico lo poco que le dan, tiene su recorrido bien estudiado por las zonas turísticas de la ciudad y por la noche se refugia en la casa de acogida. Simplemente sobrevive.


Tomada en Estambul. Turquía