Tener una orquídea creciendo en casa es algo mágico. Evoca algo misterioso, tan es así que muchas culturas hace muchos cientos de años ya le daban un caracter divino o poseedor de mil virtudes. Los aztecas, los chinos, todos se han fijado en estas plantas que son las más evolucionadas y complejas de su grupo. Vivieron ya cuando los dinosaurios se empezaban a extinguir y hoy se cuentan entre 20.000 y 30.000 especies, muchísimas en peligro de extinción. Un tesoro que hay que cuidar, desde las más vistosas hasta las que modestamente salen en nuestros campos.
Tomada en Leioa