Mar, roca y hierro. El viento del noroeste, el que llega de Galicia, entra peinando la ciudad de Donostia, Chillida lo vio así y dejó como legado su escultura El peine del Viento. Un lugar de reflexión para cualquiera que se acerque a este rincón al final de la playa de Ondarreta.
Tomada en Donostia.