Tengo vigilados a los árboles. Arboles que me muestran su cara más
escondida de invierno, misteriosos, de ramas retorcidas, mojados por la lluvia, esperando a que
acabe de llegar esa primavera que los vestirá de verde. Ese verde que
adornará mis paseos cotidianos.
Tomada en Leioa. Bizkaia