La otra orilla

Bien porque nos lo dicen o porque lo observemos, siempre lo que está al otro lado es más atrayente. Soñamos con ello. Casi que ni miramos a nuestro alrededor, lo que está lejos parece mejor, quizá sea porque al no verlo tan cerca lo sobrevaloramos. Una vez en la otra orilla quizá veamos con más claridad y objetividad lo que hemos dejado atrás. ¿Pero podemos volver?

Tomada en la dehesa de Serrejón. Monfragüe. Cáceres