De noche

De noche todos los gatos son pardos. Me acerqué allá al final del malecón porque había temporal, allá en la lejanía el mar rugía y aquí junto a las rocas apenas se distinguía el romper del agua contra la piedra. Una y otra vez se sucedían las olas, apenas sin orden ni concierto, golpeaban y luego en remolinos se retiraban. La falta de luz me impidió sentir la dimensión del momento. Cogí mi móvil e intenté congelarlo.



Barrasca Alexandra. Tomada en Getxo. Bizkaia