Cucú

La anciana dehesa me hizo un hueco. Transité por su interior con mil ojos abiertos a sentir el bosque. Muchos sonidos daban muestra de la vida que atesoraba, las ramas meciéndose con el viento, el suelo viejas hojas con multitud de plantas en flor, sonido lejano de corzos que quizá habrían notado mi presencia. Una llamada de angustia, de reclamo, repetida una y otra vez, surgía de aquel tronco, como si de un reloj de cuco se tratara, asomaba su cabeza el pico picapinos hambriento.


Tomada en la sierra de la Demanda. Burgos