Proliferación de bolardos

Como no somos capaces de respetar las normativas que nos hemos impuesto en las ciudades y aparcamos los vehículos en cualquier sitio, son cada vez más numerosos estos elementos urbanos disuasorios. Cada municipio tiene los suyos, los hay de diversos tamaños, algunos desproporcionadamente grandes, se diría que hay una competencia por ver quien los tiene más grandes .El problema surge cuando te tropiezas con ellos y caes.


Tomada en Bilbao