Cascada roja

Tenía la vista casi nublada por el esfuerzo, mirando a lo lejos me pareció observar una cascada. Tanta era la sed, que me puse si cabe aún más ansioso. Seguí. No podía estar muy lejos, sólo había que subir un poco, un poco más. Casi extenuado llegué y no pude calmar mi sed, sólo eran piedras. Piedras rojas que albergaban a piedras grises y claras.
Lutitas rojas del Pérmico. Castillo de Acher. 2.384 m.
Tomada en Castillo de Acher. Hecho. Huesca