Más allá de las palmeras

El viento azotaba y doblaba los largos troncos, el cielo cada vez se tornaba más hostil. Estaba claro que se esta vez sí se cumplía el pronóstico. Yo sólo vigilaba de lejos, como de costumbre, quizá era la última vez que viera a aquellas cotorras volver a su nido.
Tomada en Puebla del Río. Sevilla