Fin de un sueño

No nací libre, pero tuve mi oportunidad y me liberé. Superé los obstáculos, volé lejos, el viento me mecía, en ocasiones me derrumbé y caí en tierras inhóspitas, pero de nuevo pude moverme a merced de las corrientes. Aquello me atraía y quise ver ese frescor del arroyo y, desgraciada de mi, me acerqué demasiado como Narciso, de tal modo que terminaré ahí mis días.
Tomada en el arroyo Ahogaborricos. Zamora