Geometría

círculos
Siempre mirar al frente, así nos lo repitieron en la vieja educación, en ocasiones, caminamos cabizbajos o con la mirada vahída, quizá porque el cerebro se ocupa en otras cuestiones que no están a la vista. A veces mirar al techo en un espacio cerrado puede provocar sorpresas, como la dulce geometría de círculos y semicírculos que acompañada por frescos estimulan al cerebro a fijarse en otros objetivos obligándole momentáneamente a desviarse de su ensimismamiento, para al final acabar volviendo al círculo.
Tomada en Biblioteca Bidebarrieta. Casco Viejo. Bilbao